Los metales pesados como el plomo pueden entrar al agua desde las tuberías y cañerías que acceden a tu casa. Los efectos de la exposición excesiva a estos metales pesados sobre la salud pueden ser graves, especialmente para los niños pequeños y los bebés. Pueden provocar retrasos en el desarrollo físico y mental. Además, los adultos pueden verse potencialmente afectados por metales pesados con problemas renales y presión arterial alta cuando se exponen, durante períodos prolongados, a niveles superiores al máximo recomendado.
Plomo
Se estima que el 20% de la exposición humana al plomo ocurre a través de la ingestión de agua potable todos los días. La corrosión de las tuberías y cañerías que llevan el agua a tu casa también traen consigo un excedente de contaminantes muy peligrosos para el consumo humano. La exposición al plomo se ha relacionado con retrasos en el desarrollo físico o mental de los niños. En los adultos, la exposición al plomo puede causar problemas renales e hipertensión arterial. Sobre todo cuando se expone a niveles superiores al nivel máximo de contaminantes recomendado. Además, los niños, bebés y mujeres embarazadas son aún más susceptibles a los daños causados por la ingestión de plomo.
Mercurio
El mercurio es un metal líquido que entra en el agua a partir de fuentes que incluyen depósitos naturales, descargas de refinerías y fábricas y vertederos. La exposición a cantidades excesivas de mercurio puede potencialmente causar daño renal. Especialmente cuando es a niveles superiores al nivel máximo de contaminantes recomendado durante períodos prolongados.
Otros metales pesados en el agua
No solo el mercurio y el plomo, también hay presencia de otros metales pesados en el agua que pueden afectar a nuesta salud.
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